En el aire,
suspendida,
quedó una palabra hueca.
Su tacto blando mantiene
a duras penas
la compostura.
Nació tarde y mal,
de labios indecisos,
incómodos,
distintos a los que conocían mi cuerpo
entonces.
Lerena / 2013
"24 POETAS TÍMIDOS"
(Imagen: Detalle de LUMEN, de Edgar Noé Mendoza)
Creo haber mencionado alguna vez que este poema es uno de los mejores que tienes publicados en nuestra feliz Antología. Y, si no, lo digo ahora.
ResponderEliminarReflexión sobre la palabra no pronunciada, sobre lo costoso de verbalizar a veces. Y ese 'entonces' final es una maravilla, la guinda del poema.
Abrazo
Muchas gracias Anaís. Un abrazo.
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